La
parte artística fue fruto de los sueños y realidades del artista mexiquense
Leopoldo Flores, ejecutada por un grupo de 60 artesanos. Para su creación se
utilizaron 75 toneladas de vidrio soplado y 25 toneladas de cañuelas de plomo;
se ocuparon 28 colores diferentes de vidrio, del cual, 80% fue importado de:
Italia, Alemania, Francia, Bélgica, Japón, Canadá y Estados Unidos.
Compuesto
por 71 módulos vitrales, que en conjunto suman tres mil 500 metros cuadrados de
vitral, este espacio alberga alrededor de 400 especies de plantas diferentes,
provenientes de las regiones de México, Centroamérica, Sudamérica, África y
Asia; se pueden encontrar azucenas, rosas, orquídeas mexicanas, aves del
paraíso, cipreses y helechos. También hay árboles y arbustos naturales como el
araucaria, proveniente de Chile; el amaranto de Brasil; el tulipero de China;
el Santiaguito y el árbol de las manitas, originarios de México.
El
hombre y su relación con el universo
En
los vitrales se puede apreciar la historia, evolución e itinerario del hombre
en su ciclo cósmico, se haya entrelazado y relacionado conforme a una secuencia
que transcurre en torno al edificio.
El
inmueble es una síntesis de todas las dualidades, es una solución dialéctica a
los antagonismos día y noche, vida y muerte, creación y destrucción; se
encuentra resumida la sucesión de ciclos vitrales que dan esencia y vuelo al
invencible pájaro de prodigios, el Universo.
A
principios del año 2016 por primera vez el jardín botánico fue sometida a una
remodelación con una inversión de 31.5
millones de pesos, ahora éste espacio tiene nueva techumbre e iluminación
nocturna, además de contar con un megainventario de 20 mil plantas de todo el
mundo.
El Cosmovitral ofrece visitas
guiadas acerca de la Obra plástica con duración aproximadamente de 1 hora.
Horario:
Martes a Domingo de 9:00 a 18:00 horas . Admisión: Adultos $ 10.00, Niños:
$5.00.
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